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4 hábitos esenciales que tu equipo trabajo necesita

  • 03 Oct 2019
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La cultura organizacional de las empresas está directamente ligado con la forma de liderazgo de las personas. Los colaboradores buscan un sentido de sentido de pertenencia más profundo que no esté solo ligado a la felicitación por su trabajo, sino por sentirse parte de la familia.

 

La filosofía empresarial debe estar fundada bajo los principios de cómo deben tratarse las personas, esto impulsa tu comportamiento de liderazgo y puede llegar a calibrar el grado de impacto positivo que tienes en el equipo de trabajo. Algo que se debe tener claro es que debe trabajarse la inteligencia emocional, hábitos y conductas diarias, ya que son estas las que reflejarán valores de confianza, estímulo, autoconciencia y colaboración. Además hacer que tu equipo tenga confianza al acercarte a ti es algo que te hará tener un lazo menos frío y que perciban que pueden sentirse apoyados y más seguros.

 

A continuación Revista Agenda te brinda 4 hábitos que permitirán tener un impacto positivo en tus colaboradores y te posicionen como un líder a seguir.

 

1.    Inspirar confianza: en este ítem es importante reconocer la diferencia entre líder y jefe, ya que el punto importante es inspirar a tus colaboradores pero manteniendo un buen carácter y competencia en tus labores. Algo importante es saber animar y crear oportunidades de aprendizaje.

 

Por otra parte, los miembros de tu equipo probablemente no sean niños. Sin embargo,  es necesario pensar: ¿les das un grado de amor incondicional y profesional? Recibirlo creó niños sanos; complementó nuestro feroz sentido de la aventura para poner a prueba nuestros límites. Como adultos, este enfoque todavía tiene un impacto increíble en nosotros. Contrario a proporcionar asistencia de forma correctiva cuando algo sale mal, ¿podrías inspirarlos a franquear la puerta con más confianza al comienzo del día?

 

2.    Crear visión: es importante definir los objetivos hacia dónde deseas llevar al negocio y cómo y quiénes estarán involucrados en ese trayecto. Y sobre todo hacerles ver que tú también estarás presente en la batalla codo a codo con ellos.

 

Solo aquellos líderes que realmente conocen a su equipo son capaces de tener un alto rendimiento en los procesos ya que saben empatizar y comprender las experiencias de cada uno. De esta manera, cuando pidas cierta participación o trabajo extra, tu equipo estará dispuesto a luchar contigo así como tú lo hiciste.

 

Cuando las conversaciones cosquillean tanto la mente como el corazón, se crean mayores vínculos entre los miembros de una comunidad. Sin compartir tus secretos más oscuros o derramar lágrimas, sé sabio y considera compartir lo que te frustra, te enoja y te entristece tanto como lo que te agrada. Ten cuidado en no ser egocéntrico, pide la opinión de ellos también.

 

3.    Dinámica integral de comunicación: no solo basta definir objetivos sino llevarlos a cabo a través de procesos y pasos firmes y congruentes con la filosofía de la empresa.Cuando muchas personas trabajan en un proyecto en común, pueden aparecer los malos entendidos que conduzcan a errores indeseados. Hay una solución ‘mágica’ para este problema: la comunicación eficaz.



En otras palabras, es primordial que cada empleado conozca su función al detalle, así como también sus responsabilidades y derechos. Desde luego, la retroalimentación y la posibilidad de expresión son también muy importantes para que el proceso sea verdaderamente colaborativo.

 

4.    Desarrollar potencial: capacitar y motivación constante es algo que los empleados necesitan, es como la vitamina diaria para ellos, para lograrlo es importante conocer a tus colaboradores y saber cómo hacer lucir lo mejor de ellos, además de mejorar el rendimiento de los procesos y hacer crecer sus carreras

No toda tu gente está motivada para aprender. No todos desean mejorar sus activos intelectuales y habilidades técnicas. Algunas personas simplemente no tienen metas en el lugar de trabajo, por no hablar de metas en absoluto. Está bien. Sugiere que terminen cada día revisando tres cosas que saben hoy que no sabían ayer. Pídeles que piensen de esta manera, y comenzarán a disfrutar de esta forma de pensar ampliada.

Si los empleados tienen intereses en mejorar o aprender actividades no relacionadas con su trabajo, hay beneficios en hacerles espacio.

Un líder no se forja de la noche a la mañana, y tampoco es un rol destinado para cualquier individuo. En una organización, se puede posicionar como líder alguien en quien los demás confíen y a quien respeten. Además, deberá mostrar empatía y responsabilidad.

 

Trabajando bajo tales principios es probable que tu gente se sienta apoyada y segura, y también que la cultura positiva en el lugar de trabajo se mantenga tanto durante las tormentas como en los días soleados. Aquí hay cuatro hábitos diarios que tendrán un impacto tan positivo en tu equipo que funcionará como una máquina bien engrasada, incluso sin ti.



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