5 errores de branding que debes evitar

Cuando estás haciendo el branding en tu empresa y apenas estás comenzando, obviamente quieres que todo salga bien. Desafortunadamente siempre habrá algunos errores de branding que cometerás en el camino.

Aunque muchas empresas que recién van comenzado saben que el branding es vital para desarrollar su negocio, con mucha frecuencia cometen errores fatales tanto en el concepto de marca como en el diseño gráfico que debe apoyar y reforzar el mensaje de esa marca.

Es por esto que Revista Agenda ha preparado una lista para ti, para que identifiques los principales errores de branding que puedes cometer y qué hacer para corregirlos.

No establecer los atributos de la marca

Empecemos por el principio, por los fundamentos, por los cimientos de tu branding. Porque sin un concepto de partida tu marca puede verse afectada antes de despegar. Para ello es necesaria la creación de una identidad gráfica, un logo único y diferenciador expresado con una tipografía concreta y el uso de colores identificables. Asimismo es necesario estipular el uso del logo y sus aplicaciones, que incluyan diferentes versiones y un mínimo de tamaño aceptable con el fin de cuidar la correcta utilización y garantizar la visibilidad de tu marca en todas sus apariciones.

Define tu público meta

Este es un paso vital en cualquier proceso de branding, y si no lo haces bien tu marca va a cojear todo el tiempo.

Cuando no has definido bien tu público le hablas a todo el mundo, le hablas a más gente de la cuenta. Y si le hablas a una multitud ambigua, pues no queda claro a quién te diriges con tu marca en tu web, tu blog, tus redes sociales, o en cualquier otro espacio en el que interactúes con tu audiencia.

Muchas veces tenemos miedo a reducir demasiado a nuestro público potencial, ya que pensamos que si nos dirigimos a un grupo más pequeño, llegaremos a menos personas. Pero la realidad, por paradójica que suene, es que sucede completamente lo contrario; pues porque cuando le hablas a todo el mundo, no le hablas a nadie en particular.

Por eso, cuando estés trabajando en el concepto de tu marca, es imprescindible que definas bien tu público y que lo segmentes si es posible. Sólo cuando identifiques y entiendas bien a tu audiencia, quiénes son y qué les interesa, podrás producir contenidos que resuenen con ellos.

Define un mensaje de marca coherente

Para tener un mensaje de marca coherente debes responder las siguientes preguntas:

-¿Qué valores quieres comunicar con ella?

-¿Cuál es el mensaje fundamental que quieres que quede en la mente de las personas que llegan a ti?

Estas son preguntas difíciles de responder, pero son súper importantes si quieres empezar con buen pie tu proyecto. Cuando tu mensaje de marca es claro y está bien definido se convierte en tu brújula. Es mucho más fácil (y eficiente) alinear todas tus acciones en comunicar y reforzar ese mensaje, y así evitas perder el rumbo o distraerte por el camino.

Lo que es más, con un mensaje coherente conseguirás que cuando alguien interactúe con tu marca entienda de un vistazo quién eres, qué haces y por qué lo haces. Por eso, aunque cueste un poco de trabajo y te lleve tiempo definirlo (a veces, puedes demorarte hasta meses) es recomendable que no dejes de pensar en esto.

Acota los temas

Como mismo hablar a todo el mundo no es una buena estrategia, hablar de todo lo humano y lo divino, tampoco. Pero claro, hasta que no tengas bien definido tu público, no podrás afinar la puntería con los temas que le interesan.

A veces pensamos que si nos centramos solo en ciertos temas nos podemos aburrir de escribir y hablar siempre de lo mismo. Pero en esos momentos, tenemos que pensar que la comunicación que producimos en el marco de nuestro emprendimiento no es una bitácora personal. Nuestro público vendrá a buscarnos si hablamos de lo que le interesa, y le resolvemos los problemas que tiene. Y la única forma de hacerlo, es enfocándonos en esos temas.

Además, este súper foco te va a permitir especializarte en el tema que trates, y te va a posicionar en la mente de tu público como un lugar de referencia. Y a la larga, todo eso le va a dar mucho valor a tu marca (y a tus productos o servicios) porque vas a ser una especialista en algo, en vez de ser una multitasking que sabe un poquito de todo.

Coloca intencionalidad en tu comunicación

La falta de intencionalidad tiene mucho que ver con la falta de estrategia en tu negocio y con tu mensaje de marca. ¿Qué quieres lograr a largo, mediano y corto plazo? Puedes tener tus públicos muy bien definidos, que si no sabes qué quieres hacer con ellos, puedes complicar tus resultados.

Es importante que cada acción de comunicación que realices tenga un objetivo. Que sea una pieza de un gran rompecabezas, que es el objetivo general que quieres alcanzar con tu emprendimiento. Si empiezas a crear piezas al azar, sin una intencionalidad concreta, sin que encajen en ese rompecabezas y ayuden a irlo completando poco a poco, estás desperdiciando tu tiempo y tus recursos.

Por supuesto, en cuestiones de estrategia de negocio hay que ir por partes y organizadamente, igual que con los rompecabezas y así, poco a poco vas completando el cuadro completo.