¿Cómo el Design Thinking está revolucionando las organizaciones?

Aunque todas las metodologías pueden llegar a dar resultados, cada una tiene un objetivo diferente. El Design Thinking, por ejemplo, consiste en ponerse en los zapatos del consumidor, aplicar un pensamiento propio del diseñador: ¿Para quién estoy creando?, ¿A quién le estoy hablando?

Si eres un emprendedor o te encuentras en la fase de creación de tu empresa o startup, seguramente alguien te habrá comentado sobre la importancia de crear un plan de negocios antes de iniciar. El design thinking busca dejar de lado los condicionamientos de las compañías y vivenciar la experiencia del usuario para comprenderlo mejor y con criterios de realidad.

¿Cómo funciona?

El management tradicional se basa en seguir objetivos, métricas e idearios de una compañía, dejando de lado si es eso lo que realmente el usuario desea o necesita. El concepto "Design Thinking" o "Pensamiento de Diseño", se trata de una metodología que llegó para instalar a los consumidores y/o usuarios nuevamente en el centro de la escena

Uno de los grandes problemas que existen dentro de las grandes organizaciones es que, al burocratizar las tareas, se tiende a deshumanizar el impacto de las responsabilidades de la misma. Los empleados y ejecutivos a cargo olvidan que, en realidad, el fin de su trabajo es proveer un servicio a alguien. Por esa razón, el Design Thinking (DT) es un concepto que busca dejar de lado los condicionamientos de las compañías para estar cerca de las personas.

El Design Thinking se compone de 5 etapas

Empatizar: Significa realizar un análisis profundo del usuario, a través de herramientas como entrevistas, observaciones, mystery shopper, entre otros.

Definir: se analiza toda la información recolectada para detectar "insights" (oportunidades de innovación).

Idear: a partir de la data se realizan sesiones de ideas -los conocidos "brainstorming"- para elaborar ideas creativas que solucionen el/ los problema/s.

Generar prototipos: permite bajar la idea a un formato o aplicación concreta. El objetivo es que de una forma muy simple se pueda tangibilizar la solución propuesta para que no quede en ideas abstractas.

Testear: es el momento de poner a prueba la solución con los usuarios. Se pueden realizar entrevistas o focus group donde se pruebe el prototipo para luego recibir el feedback de los futuros consumidores. A partir de ese intercambio se podrá precisar la propuesta y definir las etapas hasta llegar al mejor escenario.