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¿Es un buen momento para un rebranding?

  • 12 Ago 2019
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A todas las marcas que prosperan en el tiempo les llega, tarde o temprano, el momento crítico y fundamental para su supervivencia. Un momento de cambio y de renovación.

 

Todo cambia, nuestra forma de pensar, de vestir, de entender el mundo, nuestros hábitos de consumo. Incluso las relaciones o círculo de amigos van cambiando con el paso de los años. De igual forma, las marcas también tienen que plantearse la posibilidad de someterse a ese proceso de rebranding, restyling de manera estratégica en el mercado, teniendo en cuenta elementos estéticos de tendencia. Pero, ¿Cómo sabemos que ha llegado ese momento de rebranding?

 

Revista Agenda ha elaborado para ti esta lista de 3 factores determinantes para que una marca se plantee la posibilidad de someterse a un proceso de rebranding. Además, hemos detallado las fases en las que se debe realizar este proceso de renovación de marca.

 

1.    Comienzas una nueva etapa. Puede ser que vas a dirigirte a un nuevo target, que diversificas tu oferta, que la marca atraviesa por un fuerte proceso de crecimiento, etc.

2.    Tu empresa necesita modernizarse. Percibes que tanto el logotipo como el estilo de comunicación que tan bien han funcionado a lo largo del tiempo empiezan a perder fuelle. Otras empresas de la competencia están dando el salto, pero la tuya todavía no. Es el momento de apostar por aires nuevos que den garantías de futuro.

3.    Cuando tu marca está posicionada de una forma que no es la deseada y quieres que tus clientes potenciales modifiquen su percepción.

 

Fases del proceso de renovación

 

Primero es necesario realizar un análisis de la situación actual de la empresa. Tendremos que definir en qué momento nos encontramos y hacia dónde nos queremos dirigir, así como conocer nuestros puntos fuertes y débiles, las fortalezas de marca y las oportunidades que nos supondría esta renovación.

 

También es fundamental realizar un estudio de la competencia, para ver cómo están posicionadas otras marcas y detectar oportunidades.

 

Definir o redefinir nuestro público objetivo. Probablemente existirán nuevos tipos de consumidores a los que queramos dirigirnos. Además, los criterios de decisión de compra de los clientes van evolucionando, así que será vital ponernos en sus zapatos. Lo que queremos es detectar qué necesitan, qué les motiva, y qué los lleva a decantarse por una marca y no por otra.

 

Analizar cómo nos perciben nuestros clientes. ¿Cuáles son los principales atributos con los que los consumidores identifican a nuestra marca? Tradición, rapidez, servicio, buen diseño, la empresa en la que compran nuestros padres. No todos tienen por qué ser positivos. Es el momento de conocer la realidad de su percepción, para trabajar una estrategia que nos ayude a redefinirnos en la dirección apropiada.

 

Es necesario trazar un plan. Llegó la hora de tomar decisiones valientes y apostar por el futuro de nuestra marca. Todo buen proyecto lleva su plan de acción enfocado en los objetivos que tendremos que definir previamente. Una vez fijada nuestra meta, deberemos definir los medios para alcanzarla. Estos procesos pueden ser una redefinición del naming, copys, logotipo, estilo de comunicación, colores corporativos, tono de voz, entre otros.

 

No olvides contemplar y cuantificar lo que conllevarían estos cambios. Evidentemente no es lo mismo tener un negocio online que una tienda física. Una redefinición de marca suele conllevar modificaciones de relevancia: cambios en la web, papelería corporativa, packaging, materiales de comunicación, etc.

 

Recuerda que si estás pensando en un proceso de rebranding es una buena noticia para tu compañía. Esto seguramente quiere decir que cuentas con cierta trayectoria y que tu empresa ha sabido sobrevivir en el tiempo y se plantea nuevos retos. Es el momento de tomar decisiones.



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