Las clínicas de EE. UU. se pelean mientras los tribunales y los políticos luchan por las restricciones al aborto

Con la prohibición del aborto de 1849 en Virginia Occidental atada a los tribunales y su legislatura conservadora bloqueada por los detalles de la promulgación de una nueva, la única clínica de abortos del estado debería estar operando como de costumbre.

Pero el caótico ambiente legal y político en los dos meses desde que la Corte Suprema de los EE. UU. puso fin al derecho al aborto ha provocado reducciones inesperadas en los servicios que la clínica puede brindar, lo que llevó a sus médicos a terminar con la mayoría de los abortos con medicamentos y eliminar los abortos quirúrgicos para las mujeres que tiene más de 16 semanas de embarazo.

La incertidumbre en el Centro de Salud de la Mujer en la capital del estado de Charleston se ha reflejado en otros estados desde que la Corte Suprema anuló su decisión Roe v Wade el 24 de junio, poniendo fin a un precedente de 49 años que estableció el derecho al aborto.

En Carolina del Norte, Utah y otros lugares, las clínicas tienen servicios limitados simplemente por la amenaza de nuevas restricciones al aborto, por temor a que los procedimientos que duran más de un día puedan verse interrumpidos por una decisión judicial o la aprobación repentina de una ley.

"El día que se anuló Roe, teníamos pacientes programadas para las siguientes tres semanas; teníamos que darles información sobre cómo salir del estado", dijo Katie Quinonez, directora ejecutiva del Centro de Salud de la Mujer.

Semanas más tarde, el centro persuadió a un juez del condado para que detuviera temporalmente la aplicación de la prohibición del siglo XIX, que fue provocada por la decisión de la Corte Suprema. Y después de eso, una sesión especial de la legislatura estatal dominada por los republicanos, convocada para promulgar una nueva prohibición, se levantó en medio de disputas sobre hasta dónde llegar.

AVISO DE UN DÍA

Pero el entorno incierto ha dificultado que la clínica de West Virginia, y otras, brinden muchos de los servicios anteriores.

Quiñónez dijo que un médico que había practicado abortos de hasta casi 18 semanas había estado viajando a Virginia Occidental desde otro estado, pero se detuvo en medio de la incertidumbre y decidió trabajar más cerca de casa.

Y los abogados de la clínica le aconsejaron que dejara de ofrecer la mayoría de las píldoras abortivas, porque el procedimiento de dos días podría verse interrumpido por una decisión judicial inesperada, dijo Quiñónez.

En Carolina del Norte, las clínicas de Planned Parenthood durante un tiempo dejaron de ofrecer abortos a mujeres que tenían más de 20 semanas de gestación, por temor a que el procedimiento de dos días pudiera comenzar un día y quedar fuera de la ley al día siguiente, dijo Paige Johnson, vicepresidenta de Planned Parenthood South Atlantic. . Un tribunal confirmó una prohibición de aborto de 20 semanas allí el 18 de agosto.

En Carolina del Sur, donde estuvo vigente una prohibición de seis semanas hasta la semana pasada, los médicos de Planned Parenthood advirtieron a las mujeres que podían estar dentro del límite legal para abortar un día, pero fuera de él al día siguiente, una vez que esperaban el requisito de notificación de 24 horas del estado.

Y las clínicas de Utah dejaron de proporcionar abortos a término después de que un fallo judicial mantuvo el aborto legal, pero otro permitió que entrara en vigor una restricción sobre el aborto después de 18 semanas. Durante unos días después del fallo de la Corte Suprema, las clínicas allí tampoco proporcionaron procedimientos de dos días.

"Las leyes que cambian rápidamente y las decisiones judiciales... realmente obligan a los proveedores a sortear un mosaico de leyes que pueden cambiar con un día de anticipación", dijo Johnson.

Las decisiones judiciales están siendo impulsadas por demandas y contrademandas presentadas por defensores y opositores del aborto sobre qué leyes deberían estar vigentes.

También impulsan la incertidumbre los desacuerdos entre los republicanos, que constituyen la mayor parte de la coalición antiaborto, sobre cuán estrictos deben ser los límites o prohibiciones del aborto.

La oposición al aborto ha sido un artículo de fe durante años entre los funcionarios electos republicanos, muchos de los cuales lucharon por leyes que limitan el acceso al procedimiento incluso bajo la amplia protección constitucional proporcionada por Roe v Wade.

Pero una vez que el tribunal superior anuló esas protecciones, comenzaron a aparecer grietas en la coalición antiaborto en estados republicanos como Luisiana, Florida y Nebraska.

En Luisiana, un proyecto de ley que permite que las mujeres y sus médicos sean procesados ​​por homicidio fracasó en la legislatura, con la oposición de algunos republicanos y de la organización estatal Right to Life.

Las razones son tanto personales como políticas para los legisladores republicanos, dijo la socióloga Carole Joffe, quien estudia la política del aborto en la Universidad de California en San Francisco.

“En cualquier movimiento social, tienes personas con líneas muy diferentes que no están dispuestas a cruzar”, dijo Joffe.

En West Virginia, la gran mayoría conservadora de la legislatura estaba lista para promulgar una de las prohibiciones más estrictas del país sobre el aborto en una sesión especial este verano.

Pero el proyecto de ley se estancó después de que el Senado estatal eliminó las sanciones penales para los médicos que realizan abortos.

“Esta es la situación perenne en la que el perro persigue al auto y ahora lo atrapan y no saben qué hacer con él”, dijo el líder de la minoría del Senado del estado de West Virginia, Stephen Baldwin, un demócrata.

Las discusiones informales sobre el proyecto de ley están en curso, dijo una portavoz del presidente de la Cámara de Delegados de West Virginia, Roger Hanshaw, un republicano.