Occidente quiere investigar las denuncias de ejecuciones y violaciones en Bucha, que Rusia niega
- 04 Abr 2022
Con la partida de las tropas rusas de la localidad de Bucha, al noroeste de Kiev, el Ejército ucraniano retomó el control de la zona y con ello empiezan a conocerse denuncias del horror que vivió su población. Sobrevivientes, organizaciones de derechos humanos y autoridades locales hablan de torturas, masacres y violaciones sexuales contra mujeres y niñas por parte de las tropas rusas. El Kremlin negó las acusaciones y dijo que se trata de "otra puesta en escena" de Kiev.
Decenas de cadáveres esparcidos por las calles, algunos con las manos atadas, cuerpos con signos de tortura hallados en una fosa común y relatos sobre violaciones sexuales como presunta nueva arma en la guerra en Ucrania.
Este es el panorama con el que el Ejército ucraniano, funcionarios de la ONU y Human Rights Watch aseguran haberse encontrado tras la partida de las tropas rusas de Bucha y de otras localidades a las afueras de Kiev, la capital. Los escabrosos hallazgos han sido denunciados desde el domingo 3 de abril. Rusia ha puesto en duda la veracidad de los hechos.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que se dirigió este lunes 4 de abril a la zona, calificó a las fuerzas de Moscú como “carniceros” y las acusó de cometer un “genocidio”. Por su parte, Francia denunció “crímenes de guerra” y Estados Unidos exigió un juicio contra las autoridades de Rusia por lo ocurrido.
“Estos son crímenes de guerra y serán reconocidos por el mundo como genocidio”, aseguró Zelenski y agregó que los hallazgos dificultarán las negociaciones que adelantan los dos países para una eventual salida al conflicto.
"Es muy difícil hablar cuando ves lo que han hecho aquí (…) Cuanto más alargue la Federación Rusa el proceso de reunión, peor será para ellos, para esta situación y esta guerra", apuntó el mandatario.
Rusia asegura que se trata de "una puesta en escena"
El Kremlin, por su parte, asegura estar siendo señalado por crímenes que su Ejército no ha cometido y se refirió a lo ocurrido en Bucha como un "montaje" y "otra puesta en escena" del Gobierno ucraniano.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró que la versión de Ucrania sobre lo ocurrido en la ciudad de Bucha es un "ataque falso" para perjudicar a su país.
El domingo, Moscú pidió una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para este lunes para abordar lo ocurrido en Bucha y durante la jornada de este 4 de abril volvió a reiterar el pedido, después de que el Consejo informara que la reunión se llevará a cabo el martes, según estaba planeado.
Vasily Nebenzya, representante de Rusia ante la ONU, aseguró que su país presentará "evidencia empírica para respaldar" que sus tropas no han matado civiles en Ucrania y que no estuvieron involucradas en la masacre de Bucha.
"Tenemos la intención de presentarlos al Consejo de Seguridad lo antes posible para que la comunidad internacional no se deje engañar por el falso complot de Kiev y sus patrocinadores occidentales", indicó Nebenzya.
"Esta herida nunca sanará"
El mundo quedó horrorizado el domingo por una imagen tomada por el fotógrafo Mikhail Palinchak en una carretera a 20 km de la capital, Kiev, en la que los cuerpos de un hombre y tres mujeres estaban apilados bajo una manta. Las mujeres estaban desnudas y sus cuerpos habían sido parcialmente quemados, describió Palinchak.
La desgarradora imagen se suma a otras sobre decenas de personas halladas con disparos a quema ropa y las manos atadas, cuyos cuerpos fueron vistos esparcidos por las calles.
Los fiscales ucranianos informaron que encontraron a los alrededores de la capital del país al menos 410 cuerpos y de ellos 140 ya fueron examinados.
"Los informes que surgen de esta y otras áreas plantean preguntas serias e inquietantes sobre posibles crímenes de guerra y violaciones graves del derecho internacional humanitario”, señaló Liz Throssell, portavoz de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
Además, imágenes satelitales de la firma Maxar mostraron una zanja de aproximadamente 45 pies de largo excavada en los terrenos de una iglesia, en Bucha, donde se identificó una fosa común.
Liuba, una mujer de 62 años, lleva a su vecina al borde de la trinchera, pero no puede decidirse a mirar hacia dentro de la tumba y buscar a su hermano desaparecido, del que se cree yace en ese lugar.
"Esta herida nunca va a sanar (…) No se lo desearía ni a mi peor enemigo", afirma Liuba.
Antes de abandonar la zona, los militares rusos se negaron a permitir que los residentes enterraran a los muertos y tras su partida “cavamos una fosa común con un tractor y los enterramos", explicó a la agencia AFP el trabajador municipal Serhii Kaplychnyi.
"Hay pistas muy claras que apuntan a crímenes de guerra. Está más o menos establecido que el Ejército ruso es responsable”, afirmó el presidente francés Emmanuel Macron sobre los asesinatos.
Denuncian violaciones sexuales como arma de guerra en Ucrania
Particularmente difícil de comprender para muchos es la escalada de la violencia sexual en el marco de la guerra. A medida que las unidades militares del Kremlin se retiran de las ciudades y los suburbios alrededor de la capital para reenfocar su estrategia en el este de Ucrania, mujeres y niñas se presentaron ante la Policía y grupos de derechos humanos para denunciar las vejaciones de las que fueron víctimas a manos de los soldados rusos.
Las violaciones en grupo y abusos sexuales cometidos frente a niños se encuentran entre los testimonios sombríos recopilados por los investigadores.
“Hemos recibido varias llamadas a nuestra línea directa de emergencia de mujeres y niñas que buscan ayuda, pero en la mayoría de los casos ha sido imposible ayudarlas físicamente. No hemos podido llegar a ellas debido a los combates”, aseguró Kateryna Cherepakha, presidenta de La Strada Ucrania, una organización benéfica que apoya a sobrevivientes de trata, violencia doméstica y agresión sexual.
En una entrevista con France 24, el director de Human Rights Watch para Europa y Asia Central, Philippe Dam, también constató este tipo de denuncias. “Podemos confirmar que ocurrieron y que hubo una participación directa de las tropas rusas”, sostuvo el funcionario.
Organizaciones como La Strada Ucrania y una red nacional llamada Taller Feminista temen que el trauma causado por el uso de la violación como táctica militar provoque un profundo sufrimiento en la sociedad ucraniana en los años venideros.
La escala de lo que está sucediendo ahora es desgarradora
“Cuando una mujer se escapa, parece que está a salvo, está lejos de las armas y del hombre que la violó (…) Pero el trauma es una bomba dentro de ella, que la sigue. La escala de lo que está sucediendo ahora es desgarradora”, aseguró al diario británico ‘The Guardian’ Sasha Kantser, gerente de asuntos externos del capítulo de Lviv de Feminist Workshop, que ha ayudado a cientos de mujeres y niñas desplazadas desde que estalló la guerra.
En el marco del conflicto las agresiones sexuales son consideradas crímenes de guerra por el Derecho Internacional Humanitario. Tanto el fiscal general de Ucrania como la Corte Penal Internacional han señalado que abrirán investigaciones sobre las denuncias de violencia sexual.
Lo que parece una posibilidad remota de Justicia ha hecho poco por calmar los temores de las mujeres ucranianas sobre lo que puede suceder en una guerra que está lejos de terminar.
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