no script

Retos económicos 2019

  • 03 Abr 2019
Image Description

Elecciones presidenciales y de funcionarios públicos, reducción de la inversión extranjera y un presupuesto de país sin objetivos claros, eso es parte del panorama que el 2019 trae para El Salvador.La Fundación para el Desarrollo Económico y Social de El Salvador (FUSADES) analizó el presupuesto para este 2019, y afirma que tiene un “rumbo equivocado” debido al incremento de los gastos, dejando de lado el pago de la deuda pasada que asciende a US$800 millones. La fundación recomienda realizar ajustes en el proyecto presupuestario,  de forma que el déficit fiscal (diferencia entre ingresos y gastos del Estado) no supere al de 2017, que fue de 2.5% del Producto Interno Bruto (PIB).


El proyecto para el ejercicio fiscal 2019 asciende a US$6,733.2 millones, lo que implica un incremento de US$ 1,265.7 millones, una brecha que requerirá de financiamiento adicional a los ingresos del Estado, los cuales suman US$ 1,612.5 millones. Según FUSADES, en el 2018 el gobierno tuvo que prestar US$350.1 millones para hacer frente a varios gastos como pensiones del IPSFA, subsidio a la energía eléctrica, entre otros. Para el préstamo realizado con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) no se estableció con mayor detalle el uso del dinero, misma situación que ocurre con el proyecto de presupuesto 2019.


“Lo más preocupante es la normalización con que se emiten deudas para gasto corriente y no para la inversión pública”, explica FUSADES. Entre las razones del por qué el gobierno ha pedido más dinero se encuentra el aumento en la partida de remuneraciones, pues para este 2019 el Ejecutivo propone 2,473 plazas nuevas y para empresas públicas 147. Para el tanque de pensamiento, este aumento no es razonable, considerando el incremento de más de 40,000 empleos en la última década, la fragilidad de la situación fiscal, la ineficiencia en el gasto público y la falta de resultados en los servicios públicos.


Entre otras recomendaciones, FUSADES propone realizar una auditoría de plazas, para tener a las personas con las capacidades necesarias y el número adecuado de vacantes. Además, es importante impulsar los presupuestos por resultados, una ley de la función pública y medidas para reactivar la economía.La Fundación Nacional para el Desarrollo (FUNDE) estudió la administración y eficiencia de las recaudaciones municipales, y concluyó que a diciembre de 2018 solo los departamentos de San Salvador, La Libertad y Santa Ana tuvieron suficientes ingresos propios, cuya recaudación tributaria propia superó el 50% de los ingresos. El resto de los departamentos dependen directamente del Fondo para el Desarrollo Económico y Social de los Municipios de El Salvador (FODES).


Carlos Pérez, investigador de FUNDE, dice que es por esta dependencia de los municipios hacia el FODES que existe la preocupación frente a los atrasos de transferencia de los recursos por parte del Ministerio de Hacienda. “De los 262 municipios solo 82 cumplen con lo que la ley exige de no utilizar más del 75% en gastos de funcionamiento”, explica Pérez.FUNDE exhorta la importancia de dialogar sobre el financiamiento y no solo en propuestas de política social, sobre todo porque El Salvador debe enfrentar cuantiosos pagos de deuda entre 2019 y 2024, y más cuando el déficit fiscal sigue creciendo.


Fernando Poma, empresario salvadoreño, asegura que la falta de oportunidades económicas, derivadas de las carencias estructurales en salud y educación han provocado una serie de situaciones desfavorables para la economía y la sociedad, la cual ha sido obligada a buscar oportunidades fuera de las fronteras salvadoreñas.


Para lograr mejoras en estas áreas, Poma dice que debe priorizarse el uso de los recursos, tener sentido de urgencia y actuar con determinación, sin perder la visión a largo plazo. Dentro del análisis realizado por el empresario, los recursos para salud pública y para educación son muy limitados para poder alcanzar índices de mayor efectividad. Para él, salir adelante no es algo de ideología, sino de tener la visión correcta y la verdadera capacidad de ejecución. “Necesitamos trabajar por crear un Estado integrado y enfocar estos temas como asuntos de nación, no de gobiernos”, expresa.


Incertidumbre en el clima de inversiones


Fue para el tercer trimestre de 2018 que la incertidumbre superó a la inseguridad como principal amenaza para el sector productivo. De acuerdo con una encuesta realizada por FUSADES a finales del 2018, el 32% de los empresarios mencionó incertidumbre como factor decisivo para la inversión, dejando a la inseguridad con un 24%. Eso no quiere decir que el problema esté resuelto, sino que los empresarios han ido bajando la percepción de la inseguridad a un nivel más bajo.


El saldo de Inversión Extranjera Directa (IED) del país fue el más bajo entre los países de Centroamérica al primer semestre del año, mientras que Costa Rica seguía siendo líder con US$1,209.6 millones; seguido de Honduras, Guatemala y Nicaragua. FUSADES señala que el monto del país fue de US$ 287.4 millones, en el que Estados Unidos, Panamá, Guatemala, Suiza y Canadá figuran como los países donde se origina la mayor inversión extranjera, divididos en los sectores de industria, comercio y actividades financieras y seguros.


Poma afirma que para generar un crecimiento del 5% o 6% anual no es suficiente basarse en el mercado nacional, sino que se le debe apostar más un mercado regional, pues en los 6 millones de habitantes no puede recaer el impulso de una economía con dificultades para emprender vuelo. Ante esto, debe pensarse: ¿se está generando la confianza, certeza y predictibilidad requerida?, ¿ha establecido el gobierno un rumbo claro y definido para el país?, ¿se ha comunicado adecuadamente a los ciudadanos?, ¿existen oportunidades rentables? Esto ayudaría a responder por qué El Salvador aún sigue en un camino árido de oportunidades de inversión.


Otro punto que Poma considera importante es la apretada situación de las finanzas públicas donde el déficit estructural supera los US$ 1,000 millones, y eso obliga a solicitar otro financiamiento de casi US$ 1.5 millones. Pero, ¿cómo lograr un crecimiento económico sostenible? Según Poma, la fórmula es convertir al país en un incentivo a la inversión, no solo nacional, sino extrajera. “La inversión nacional está limitada por el ahorro y capacidad de financiamiento interno, mientras que la extranjera redistribuye riqueza de otros países hacia nuestra nación”, agrega.


Diego Martín, socio de la firma de abogados Consortium Legal, expresa que el cambio de relaciones diplomáticas con China es un tema de gobierno, pero se tiene que tener en cuenta que el Gobierno cambia cada cinco años y no se sabe qué relaciones se mantendrán como parte de sus objetivos estratégicos. “Lo que sí causaría inestabilidad no solo a nivel diplomático, sino que generaría inseguridad a los inversionistas”, dice.


La creación de relaciones con China ocasionará una terminación del Tratado de Libre Comercio con Taiwán, quedan pocos meses para que deje de tener efecto. “El gobierno tomó una decisión sin consulta, apresurada y con poca transparencia de cuáles son los acuerdos que se vienen con este país, y más porque tuvo que haber sido una decisión a inicio de su período y no al final”, expresa el socio de la firma. El clima de inversiones aún posee un ambiente poco prometedor, a pesar de que El Salvador tiene mayor independencia judicial, comparado con hace 10 años.


Si se habla de seguridad jurídica, Martín externa que se deben distinguir dos cosas: el marco jurídico que existe y el respeto al marco por parte de los administradores o gobernantes. Para él, el respeto debe tomarse en consideración con el balance de poder que exista dentro del sistema. “Puedes tener a un administrador, a un alcalde, ministro de una cartera de Estado respetando la ley, pero si tienes a los tribunales que detienen la línea del marco jurídico del país no se crea ningún balance”.


La creación de nuevas leyes ha venido a “acelerar” los procesos para mejorar en los negocios. Martín expresa que El Salvador ha tenido un cambio en la aceleración de los procesos y en el cumplimiento de plazos. “Esto ha permitido desahogar ese nudo en los tribunales en donde había una mora procesal muy alta, ahora son más expeditos” dice. “Mientras haya procesos acelerados y resoluciones y líneas jurisprudenciales e interpretativas más estables, dará mayor estabilidad a los inversionistas”, destaca.


Dinamismo en la economía


Según FUSADES, la falta de predictibilidad ha provocado que El Salvador caiga en índices mundiales de competitividad en los últimos años; además, la economía que sigue siendo deficiente no permite la creación de empleos para la población salvadoreña. El nuevo gobierno tendrá el reto de llegar a consensos con el sector privado para reducir la incertidumbre, factor que mina el clima de inversión del país.


Pedro Argumedo, investigador de FUSADES, señala que en desempeño logístico El Salvador ocupaba el puesto 66 en 2008. Diez años después se posicionó en el puesto 101.  Según datos del Foro Económico Mundial, en competitividad global el país pasó del puesto 79 en 2008 al 98 el año pasado. “Aunque en el primer trimestre del 2018 se haya registrado un saldo neto positivo de +24.0. No todos los sectores económicos tienen igual desempeño”, resalta Argumedo.


A su vez, el informe Perspectivas Económicas Mundiales, realizado por el Banco Mundial, destaca que en los próximos tres años El Salvador experimentará uno de los menores crecimientos económicos de Centroamérica y República Dominicana. Con los ajustes realizados, el organismo multilateral señala que el crecimiento del PIB salvadoreño para 2018 será de 2.8%, mientras que para 2019 se proyecta en 2.5%.





Entradas relacionadas


Inicia Sesión para Comentar

Aliados