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Trump inicia el G20 con duros ataques a sus aliados

  • 27 Jun 2019
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El presidente estadounidense, Donald Trump, llegó hoy a Osaka para participar este viernes y sábado en la cumbre del G20, marcada por las expectativas de una posible tregua en la guerra comercial entre Estados Unidos y China.


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Trump aterrizó en la ciudad japonesa a las 18.42 hora local (11.42 GMT), seis horas después de que llegara el presidente chino, Xi Jinping, con el que se reunirá el sábado para intentar contener las tensiones comerciales.

 

Sin embargo, antes de su llegadael presidente de EE UU, Donald Trump, ha decidido abrirse algunos conflictos más, a golpe de tuit y declaración, justo antes de su participación en la cumbre del G20. Sus comentarios han sido críticos y han tenido como objetivo países y líderes aliados, o naciones a las que le interesa cortejar.

 

Ha puesto en duda el futuro del tratado de defensa con Japón, ha calificado a Alemania de aliado poco fiable, ha amenazado de nuevo con una subida de aranceles a China y ha acusado a Vietnam -un posible destino de las fábricas estadounidenses si continúan los roces entre Washington y Pekín- de aprovecharse de EE. UU.

 

 “Casi todos los países en este mundo se aprovechan muchísimo de Estados Unidos”, ha asegurado el presidente estadounidense en una entrevista concedida a la cadena de televisión Fox, su favorita, antes de emprender viaje a Osaka, donde este viernes se inaugurará la cumbre de dos días.

 

Trump ha arremetido contra varios de los países a cuyos líderes verá en reuniones bilaterales durante la cumbre. Incluido Japón, el anfitrión y cuyo primer ministro, Shinzo Abe, es probablemente el líder mundial que más esfuerzo ha hecho por mantener una buena relación, y con el que más sintonía tenga.

 

El tratado de Seguridad entre Japón y Estados Unidos, en vigor tras el final de la Segunda Guerra Mundial, obliga al país norteamericano a defender a su aliado en caso de agresión. La Constitución pacifista nipona, impuesta por Washington después de la guerra, prohíbe que las tropas de ese país -las Fuerzas de Autodefensa- puedan combatir en el exterior salvo excepciones muy determinadas.

 

A cambio de la protección, Japón permite a EE UU el uso de bases militares en su territorio, desde las que la primera potencia puede desplegar su poderío en el Pacífico.

 

El fin del tratado obligaría a ambos países a renegociar la presencia militar estadounidense en suelo nipón, y a Japón a reforzar su propia defensa.

 

Más aranceles

En la misma entrevista, Trump ha asegurado que China -con cuyo presidente Xi Jinping, se reunirá probablemente el sábado- tiene un enorme interés en cerrar un acuerdo que ponga fin a la guerra comercial entre los dos países porque su economía “está yendo hacia abajo”. “Hay otros 325.000 millones de dólares (en importaciones chinas) a las que aún no he impuesto aranceles, están maduros para que se los ponga, para aplicarles impuestos”, ha advertido.

 

La mayoría de los analistas calcula que la reunión entre los dos presidentes arrojará, al menos, una tregua de varios meses que les permita ganar tiempo para negociar y llegar a algún tipo de acuerdo. Según el diario de Hong Kong South China Morning Post, ambos líderes anunciarán el sábado un plazo de seis meses.

 

Si no se llegara a un acuerdo y la guerra comercial se agravará, las empresas estadounidenses podrían plantearse alternativas para sus fábricas en países como Vietnam. Pero Trump ha tenido también palabras críticas para ese país, con el que Washington ha mejorado gradualmente sus relaciones desde la guerra terminada en 1975.

 

El presidente estadounidense tiene previsto mantener nueve reuniones bilaterales en su estancia en Osaka. Además de Abe, Xi o Modi, también se verá con líderes como el turco Recep Tayipp Erdogan o el ruso Vladímir Putin.

 

Con información de El País



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