6 mejores formas de combatir la fatiga y ser productivos

Sentirse agobiado por la fatiga es más normal de lo que crees, pues cada vez hay más personas que acuden al médico por problemas relacionados con la fatiga y este padecimiento puede deberse a muchos factores.

Aunque en algunos casos la fatiga crónica puede ser un problema severo que requiere la intervención de un especialista, ciertos hábitos, como tener una buena alimentación podrían ayudarnos a evitar este padecimiento. A continuación te damos una serie de consejos que puedes considerar tomar en cuenta para mejorar tu estado de ánimo y ser más productivo en tus actividades del día.

Revisa el lugar donde duermes

La causa más común (y obvia) de cansancio es quizá la más fácil de remediar: el sueño insuficiente. Para evitarlo comienza por examinar los disruptores más comunes del sueño, por ejemplo, la temperatura de tu habitación.

Las investigaciones demuestran que una temperatura ambiente más fresca ayuda a tu cuerpo a mantener el sueño. Lo ideal es que alcances entre los 16 y 19 grados Centígrados para obtener los mejores resultados, aunque la temperatura óptima puede variar en cada persona.

Otro interruptor del sueño es el brillo de las pantallas digitales. Estos dispositivos emiten un tipo especial de luz azul que perturba la producción de melatonina de tu cuerpo y puede incluso trastornar tus ritmos circadianos, lo que dificulta que te quedes dormido.

Otros ajustes ambientales que puedes hacer para dormir mejor incluyen la instalación de cortinas opacas para reducir las luces exteriores y cambiar tus sábanas, edredones y colchón, si es necesario.

Cuida tu alimentación

Los tres factores principales del estilo de vida que afectan los niveles de energía y fatiga son la nutrición, el sueño y el ejercicio.

Puedes comenzar haciendo un pequeño diario para mantener un registro de estos factores. Presta atención a cuánto tiempo duermes y califica la calidad de tus horas de sueño del uno al 10. Escribe cuánto comes y a qué hora, asimismo harás con tus entrenamientos u otras formas de ejercicio físico. Además, evalúa la gravedad de tu agotamiento de forma constante a lo largo del día.

Mantener un registro de tu estilo de vida por varias semanas puede hacerte ver patrones que de otra forma pasarías por alto. Esta información te ayudará a realizar ajustes para reducir la fatiga, pero también será extremadamente útil para tu médico, en caso de que acudas a él por alguna situación relacionada con ella.

Además, una adecuada alimentación puede hacer milagros en el organismo. Algunas bebidas, como los jugos y batidos de frutas, pueden aportar las vitaminas y minerales necesarios para recuperar nuestra vitalidad y mantenernos satisfechos durante el día.

Trata de descansar si te sientes agotado

Si los factores ambientales y tu estilo de vida no han remediado adecuadamente tu cansancio, tomate un tiempo libre para una completa ruptura física y mental con tu lugar de trabajo. Esto no significa necesariamente que tengas que pasar dos semana en un spa o resort. Incluso unos pocos días de descanso en casa puede darte una sensación de estar en un ambiente completamente diferente y relajante.

La clave es relajarse por completo para que puedas medir cualquier cambio en tus síntomas. Si el descanso produce una mejora puedes evaluar algún cambio que te ayude a sobrellevar mejor tu trabajo y lugar de trabajo o saber si te debes alejar de él.

Toma suplementos de proteínas y minerales

Algunos suplementos como el ginseng pueden ser una buena opción para combatir el cansancio y la fatiga. Otros suplementos minerales, podrían ser una alternativa, como el magnesio, que mejora el desempeño físico porque está relacionado con la contracción muscular.

Las proteínas también pueden ayudarte a reducir el agotamiento, puedes encontrarlas en las legumbres y en las semillas, pero además, existen diversos suplementos en el mercado que pueden proporcionarte la cantidad necesaria.

Haz una cita con tu médico si lo consideras necesario

Si todo lo anterior falla, habla con tu médico acerca de hacerte análisis de sangre para descartar causas bioquímicas comunes. Si el estudio resulta ser normal, platica con el doctor acerca de causas menos comunes, como fatiga crónica, fibromialgia y otras enfermedades.

Algunas afecciones físicas graves también pueden causar fatiga, como enfermedades cardíacas, apnea del sueño, diabetes tipo dos y anemia. La depresión también puede causar una serie de síntomas físicos, como espasmos musculares, dolor en el cuerpo, dolores de cabeza y fatiga. Tu médico te puede ayudar a explorar y descubrir si alguna de estas condiciones podría estar detrás de tu cansancio.

Cuida tus alergias

Estas infecciones también pueden interferir con el sueño. Cuando los síntomas de alguna alergia inflaman los tejidos nasales y sinusales, esto dificulta la respiración. La respuesta inmune natural del cuerpo al alérgeno también hace más probable la vigilia.

Si sospechas que esto está detrás de tu cansancio, puedes elegir comenzar con los medicamentos antialérgicos de venta libre, preferiblemente aquellos que no causan somnolencia. Si estos no controlan suficientemente tus alergias, habla con tu médico acerca de las fórmulas de prescripción.

Adicionalmente, querrás limpiar bien tu dormitorio, usando una aspiradora para eliminar la mayor cantidad posible de polvo y caspa de mascotas. Mantén tus sábanas y almohadas limpias y tus ventanas cerradas. También es recomendable que te bañes antes de acostarte para que te asegures de haber quitado todos los alérgenos de tu cuerpo.