EE. UU promete nuevos empleos, pero no garantiza crecimiento económico

El mercado laboral de los Estados Unidos habilitó el pasado junio, espacios sólidos para 224.000 nuevos empleos, trayendo consigo el aumento de una décima a la tasa de paro, siendo esta del 3,7%.

El presidente del Sistema de Reserva Federal, Jerome Powell, ha reiterado en diferentes ocasiones, la operación de la institución financiera de forma independiente a los mercados y la casa blanca de los Estados Unidos. Sin embargo, en esta ocasión, de no tomar acción en la disminución de tasas de interés del país, esto podría generar un fuerte impacto al reducir la actividad económica.

El aumento de las nóminas no agrícolas, garantizan la mejor tasa en cinco meses, según datos del Gobierno estadounidense. Aunque se obtuvieron resultados favorables, Wall Street esperaba 165.000 empleos más para junio de 2019.

La tasa de empleos se promedió en 172.000 nuevos puestos mensuales durante el primer semestre del año. Aunque es necesario destacar que, el nivel de contrataciones ha disminuido en relación a los 223.000 puestos de trabajo registrados en 2018.

De seguir en aumento, se superaría el límite de empleos necesarios, los cuales están estimados en 100.000 vacantes laborales por mes. Por ello, se debe tener en cuenta el crecimiento de la población en edad para trabajar.

Por otra parte, el salario promedio aumentó un 0,2% (seis centavos de dólar), en relación al 0,3% obtenido el pasado mayo. Lo cual promedia la inflación salarial anual en un 3,1%.

Por otra parte, el mandatario de los Estados Unidos, mencionó el pasado 3 de julio desde su cuenta de Twitter el disgusto de su país con los demás países y competidores comerciales, al expresar:

"China y Europa apuestan por un gran juego de manipulación de divisas y bombean dinero en su sistema para competir con EE.UU. Debemos coincidir, o continuaremos siendo los tontos que se sientan gentilmente en la parte de atrás mientras observan como otros países continúan jugando- ¡como lo han hecho por muchos años!"

El impacto que ha traído al país norteamericano la guerra comercial entre Estados Unidos y China, podría ser uno de los factores que influyan a que la Fed no reduzca el costo de préstamos en la reunión sobre política monetaria planificada para finales de julio.

Como consecuencia de las tensiones comerciales a las que el país se enfrenta, las empresas ya no quieren invertir en grandes proporciones, por temor a las pérdidas. Lo que conlleva a ralentizar los gastos para la fabricación de productos, y trayendo consigo un declive económico previsto para los próximos 10 años.