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El pase sanitario entra en vigor en Francia pese a las protestas

  • 09 Ago 2021
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Francia comenzó este 9 de agosto a aplicar la extensión del certificado sanitario, un plan defendido por el presidente Emmanuel Macron que busca aumentar la vacunación de sus ciudadanos, pero que ha generado jornadas de críticas y protestas. Entretanto, en Estados Unidos aumenta el número de contagios diarios, en momentos en que el Gobierno lucha por convencer a los escépticos de la inmunización.

Desde este lunes, hechos cotidianos como ingresar a un café, comer en un restaurante, beber en un bar, acceder a un tratamiento médico que no sea de emergencia en un hospital o transportarse en un tren interurbano están limitados para las personas que cuenten con un pase sanitario.

Los ciudadanos deben mostrar un certificado de vacunación, los resultados negativos de una prueba de Covid-19, realizada dentro de las últimas 72 horas, o un documento médico que confirme que el individuo superó la enfermedad en los seis meses anteriores.

La medida ya había sido implementada durante las últimas tres semanas para ir a cine, asistir a un concierto o visitar un museo. Sin embargo, ahora es una exigencia que abarca más actividades habituales.

"Es simple, hemos descargado una aplicación, entonces escaneamos el código QR de los clientes, y si es válido, pueden ingresar. Y si no es válido, no podemos atenderlos", dijo Romain Dicrescenzo, gerente de la Café Vrai Paris, en el distrito capitalino de Montmartre.

Los dueños de estos lugares que sean sorprendidos incumpliendo las reglas enfrentan una advertencia seguida de una orden de cierre de siete días por la segunda infracción. Dos faltas más podrían dar lugar a un año de cárcel.

El requisito se extiende pese a cuatro fines de semana de intensas protestas, que solo el sábado atrajeron a cerca de 250.000 manifestaciones en todo el país.

Los opositores al pase sanitario aseguran que atenta contra su libertad y discrimina a quienes no quieren vacunarse.

"Para ser honesto estoy algo dividido sobre el pase sanitario. Me vacuné porque en mi trabajo es importante (…) Ahora, el pase es algo que está en mi teléfono para que no me molesten cuando me lo pidan”, afirmó el cliente de un café, Issam Fakih.

Pero las medidas forman parte de los intentos del Gobierno del presidente Emmanuel Macron para contener una cuarta ola de contagios.

Aunque las cifras están muy por debajo de los máximos alcanzados en fases previas de la pandemia, las hospitalizaciones en unidades de cuidados intensivos van en aumento. El sábado había 1.510 personas, en comparación con 1.099 hace solo una semana.

La renuencia a la inoculación explicaría la situación, pues de acuerdo con los datos del Ministerio de Salud, nueve de cada 10 pacientes con el virus, en UCI a finales de julio, no habían accedido a los antídotos.

Pese a las fuertes protestas de algunos, la mayoría de los franceses respalda el certificado sanitario, según muestran varios sondeos. Las tasas de vacunación aumentaron de cara a la entrada en vigor de la medida que negaría algunos placeres diarios.

La legislación que rige los requisitos del pase de salud permanecerá en vigor hasta mediados de noviembre. También exige la vacunación obligatoria de los trabajadores de la salud.



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