MITUR invierte en alternativa para preservar playas limpias

Un total de 20 estructuras metálicas con forma de pez serán colocadas en las cinco playas  principales más visitadas en El Salvador, para que los turistas depositen en ellos sus desechos plásticos. Esta iniciativa impulsada por el Gabinete Turístico tiene como objetivo promover el turismo ecológico sostenible y reducir la contaminación de los océanos.

Con un monto que asciende a los $6,600 dólares, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), junto al Ministerio de Turismo (Mitur), el Ministerio de Cultura y el Fondo de Inversión Ambiental de El Salvador (Fiaes), instalaron ayer los primeros cuatro contenedores de desechos plásticos denominados “Peces Come Plásticos” en la playa el Majahual, que tienen como propósito dinamizar la economía local de las comunidades y la transformación social.

Las primeros cuatro “peces come plástico” fueron colocados en la bocana de la playa El Majahual. El resto de contenedores serán instalados en zonas de mucha afluencia turística como: playa El Tunco, Costa del Sol, El Zonte y El Cuco.

El ministro de Medio Ambiente, Fernando López, dijo que el objetivo del proyecto es concientizar a las personas para que depositen los desechos plásticos, orgánicos y no orgánicos en los contenedores, y así evitar la contaminación del océano y las playas, indicó.

Además, el ministro explicó que la iniciativa de colocar estos depósitos fue retomada de experiencias exitosas implementadas en países como México, Colombia y Guatemala la cual se convierte en una forma de representar un problema real que está afectando a todo el mundo. “La fauna marina está muriendo por la enorme cantidad de desechos plásticos que está ingiriendo. Debemos evitar la contaminación”, declaró

Cada estructura metálica tiene una dimensión de 2 metros de largo por 1.5 de ancho y 1.5 de alto. Su construcción estuvo a cargo de dos escultores salvadoreños: Edwin Soriano y Argenis Hernández.

Los contenedores tienen la capacidad de recibir en su interior dos metros cúbicos de plástico que luego las comunidades podrán vender. Esta iniciativa se suma a las “riobardas” que el MARN está instalando en puntos críticos de los principales ríos del país, con el objetivo de detener la cantidad de plástico y generar una economía circulante a través de la venta del material.

Se estima que del total de desechos que se produce en todo el país al día, unas 380 toneladas no tienen disposición final y parte de estos desechos son arrastrados hacia quebradas y ríos, que luego terminan en el mar.