no script

Carmen Aída, férrea defensora del empleo en el país

  • 29 Mar 2019
Image Description

De niña se proyectaba como una ama de casa, tenía la ilusión de formar un hogar y de ser madre a tiempo completo, como lo había aprendido de su progenitora. En su adolescencia sintió cierta inclinación por la medicina, pero más tarde entendió que lo suyo eran los números, quizás por eso lo que más le gustaría ver en El Salvador es que se generaran 50 mil empleos cada año. Con una voz afable y una mirada serena, pero sin dejar de lado ese talante firme y tenaz que caracteriza a las mujeres de los negocios, Carmen Aída Muñoz, directora ejecutiva de la Cámara Americana de Comercio de El Salvador (AmCham), confiesa que el haberse casado muy joven, a los 19 años, la llevó a entender que no todas las historias de hadas tienen finales felices.

 

Desde las oficinas de AmCham El Salvador, en donde día a a día se desenvuelve como interlocutora entre los inversionistas extranjeros y todo el motor económico nacional, Carmen Aída rememora sus inicios en ese vaivén de los negocios y las finanzas que la ha llevado a representar a una de las gremiales más prestigiosas a nivel nacional e internacional.

 

Se convirtió en madre a los 20 años, y ese acontecimiento la llevó a repensar su vida. “A entender que si no hacía algo profesional no iba a poder superarme, ni a poder educar a mis hijos de la mejor manera”, relata.

 

Se dio cuenta de que su vida académica no había terminado con el bachillerato, que le quedaba mucho por estudiar, pues además de graduarse como economista también estudió una maestría en administración de empresas con especialidad en finanzas, un  diplomado del INCAE, entre otros cursos que le fueron aportando en su vida profesional. Una de sus grandes luchas al frente de Amcham, desde 2008, ha sido la abogacía por la generación de empleo, el transmitir la importancia de la inversión nacional y extranjera a todos los sectores, en especial al gobierno que debe procurar seguridad jurídica y apertura a la inversión para lograrlo.

 

Carmen Aída es una consistente defensora del empleo, pues cree que ese es el camino para evitar diversidad de problemas sociales, como la emigración ilegal por ejemplo. A pesar de que gran parte de su trabajo se ha enfocado en el apoyo a políticas públicas. para fomentar las fuentes de empleo, conseguir uno no le fue fácil en sus inicios.

 

Avanzar profesionalmente requirió mucho esfuerzo de su parte. Su primer trabajo fue en el sector informal, ya graduada también tuvo que emplearse en áreas que no eran de su profesión. Se convirtió en madre por segunda vez a los 25 años, en momentos que en su trabajo tenía una hora de entrada pero no de salida. “Regresaba del trabajo a atender a sus hijos y luego dedicaba tiempo para seguirme actualizando”.

 

Ingresó a una institución gubernamental como asistente administrativa, y de allí fue promovida hasta convertirse en gerente de planificación estratégica, en donde tuvo a su cargo la modernización y la fusión de varios departamentos.

 

Su paso por el Organismo Promotor de Exportaciones e Inversiones de El Salvador (PROESA) le permitió embarcarse en esa ardua tarea de atraer y convencer a inversionistas sobre las oportunidades de inversión que podían encontrar en El Salvador.

 

Sobre las gremiales y el país

 

Dirige la AmCham desde 2008, pero antes de eso ya se había desempeñado como directora ejecutiva de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (CAMARASAL). Aunque en su primera experiencia debía manejar 3,000 socios locales, no se compara con la dinámica de trabajar junto a 330 agremiados que pertenecen a multinacionales, en donde se debe tener la autorización de la casa matriz hasta para firmar una carta.

 

Manejar el entorno económico, político y social; así como conocer la dinámica de los inversionistas, el manejo de las multinacionales, tener capacidad conciliadora y de hacer un vínculo entre la inversión extranjera y la nacional le ha permitido permanecer al frente de esta gremial, en donde uno de sus grandes retos diarios es que las multinacionales entiendan la idiosincrasia de América Latina, y por ende de El Salvador.

 

Otro de sus grandes retos al frente de AmCham ha sido abogar por la inversión nacional y extranjera para la generación de empleo. “No hay claridad en el país de que el motor de una economía es la inversión privada y productiva”, dice. “Aún hay nubes oscuras que confunden el camino. El único generador de empleo de calidad y decente es el sector privado, nadie más”, agrega.

 

A su juicio, para salir de la pobreza el país necesita inversión privada, y se debe entender que facilitar los negocios, eliminar la burocracia, tener seguridad jurídica y claridad del futuro del país es el camino para llegar a ella. “Necesitamos una oposición constructiva, partidos políticos que entiendan las necesidades, dejar la polarización y la desconfianza que existe. Si no lo hacemos seguiremos cien años en la misma historia”, señala. Otro gran reto que tiene el país es el combate a la corrupción.



Entradas relacionadas


Inicia Sesión para Comentar

Aliados