"Mi profesión es una diversión con seriedad"

Una trama donde él actúa como parte del elenco de protagonistas. Y en esta firma de auditoría, que forma parte de Moore Stephens International, y que se ubica entre las diez primeras a nivel mundial y con presencia en más de 100 países, Edwin A. Pérez hace un recuento de los grandes retos que hoy en día tiene un contador público.

Y él lo define de esta manera: “un contador público debe ser un híbrido entre contabilidad, finanzas y leyes; caso contrario estará incompleto, a la vez debe poseer un conocimiento razonable de las actividades económicas y empresariales”. Y a partir de esa afirmación deben iniciar una tendencia de formación que nunca termina.

Y Edwin lo descubrió desde el principio de su carrera. Se graduó como contador público de la Universidad de El Salvador, cuando ya había iniciado su recorrido por las firmas de contabilidad y auditoría. Antes de graduarse fue auxiliar de cátedra, y eso lo llevó años más tarde a conseguir otro objetivo: el de estudiar finanzas y convertirse en docente de este mismo centro de estudios, en donde hoy imparte asignaturas en materia contable.

Compagina su trabajo en la firma como gerente senior de auditoría con su rol en las aulas, en donde él ha descubierto que cada asignatura contable debe llevar un ingrediente financiero. De esa manera será más factible que se logre un entendimiento significativo de las normas internacionales de contabilidad, pues son ellas las que marcan todas las transacciones de la realidad económica, al convertirse en cifras financieras por medio de las diferentes métricas contables para la formulación de los estados financieros. “Estamos y debemos seguir evolucionando al ritmo de la normativa internacional contable”, señala.

Ese gran ingrediente que se llama finanzas hace que la contabilidad adquiera más valor para la toma de decisiones en el mundo empresarial, y es por ello que esta profesión se convierte en un trabajo muy delicado, sostiene. “La profesión contable requiere mucho cuidado, como la de un doctor, por analogía”, comenta. “En lugar de personas son entes económicos los que se atienden, pero detrás de estos hay una serie de elementos de importancia, como empleos, impuestos, producción, entre otros”, agrega.

En Audit & Consulting Financial Tax tiene a su cargo colaboradores con los que trata de ofrecer un servicio personalizado al cliente, descubrir las desviaciones que tienen las empresas y apoyarlos, pero sin perder un elemento clave: la independencia.

Moore Stephens El Salvador se enfoca en los servicios de auditoría financiera, auditoría fiscal, precios de transferencia, outsourcing contable, peritaje contable, entre otras asesorías convenidas. Aunque todas las áreas tienen un gran potencial, es precios de transferencia la que presenta mayor crecimiento. Desde esta firma, considera Edwin, tiene la oportunidad de poner en práctica su pasión por la contabilidad, auditoría y las finanzas.

“Mi profesión es mi pasión”

Iniciar como asistente de la gerencia tributaria no fue limitante para que Edwin fuera nombrado como gerente de auditoría en la firma anterior donde se desempeñó, algo que lo llevó a tratar con los clientes, coordinar los equipos de trabajo, desarrollar las ofertas, hacer planes de visitas, entre otras labores administrativas. Por lo tanto, desenvolverse en Moore Stephens El Salvador, aunque ha sido un nuevo reto, no le ha resultado nada difícil.

Un desafío en las firmas, dice, es el alto índice de rotación, algo que les obliga a mantener el personal en constante capacitación, incentivarlos y administrarlos de forma efectiva. En lo que respecta al trabajo, un aspecto clave es cumplir con las Normas Internacionales de Auditoría, lo que los lleva a documentar bien lo que hacen; pero también es medular dar un valor agregado y tener una comunicación efectiva con el cliente, que sienta que tiene un asesor, siempre y cuando se mantenga la ética y la independencia.

En ese camino que ha emprendido, Edwin cree que lo primordial es hacer de su profesión una pasión. “Y entonces lo que usted haga lo hará feliz”, refiere. Muy temprano llega a la Universidad de El Salvador para ejercer la enseñanza, que es su otra gran pasión. Como parte de su metodología, procura que los estudiantes lleven a la práctica la teoría de la normativa internacional contable, pues está seguro que eso los hará mejores profesionales en el futuro.

“Como catedrático me gusta despertar en los estudiantes esa curiosidad, que los haga investigar y aplicar los lineamientos de las normas internacionales de contabilidad. Mi objetivo es aportar a cada estudiante, y así formar un buen doctor contable”, refiere. De hecho, uno de sus alumnos le comentó en una ocasión que eso le ayudó para entender una transacción importante cuando llegó a una firma de auditoría de las grandes. “Eso me da satisfacción, porque a alguien le sirvió y lo aplicó”, añade.

Desde su rol como gerente de auditoría disfruta con cada asesoría que realiza, con cada cliente que atiende y con cada profundización que hace en las empresas, pues el valor agregado para un auditor es conocer el modelo de negocio de cada compañía, eso les permite valorar los riesgos y dar un mejor servicio de auditoría.

Su principal meta es el aprendizaje continuo, pues un contador público actual tiene que innovarse de manera constante, de tal forma que pueda tener un conocimiento razonable en materia laboral, mercantil, penal, contable, auditoría, control interno, entre otros temas. Siente que su vida laboral con la personal está equilibrada al disfrutar lo que realiza, en parte porque no existe un gran abismo entre ellas. “Trabajar me encanta, dar clases también, es divertirse con seriedad”, resume.

Quiere seguirse enfocando en la auditoría, y desde ese ángulo poner en práctica las normas internacionales de auditoría y contables, con una perspectiva del modelo de negocio que da un valor agregado a los clientes. Esa es una visión que heredó de su maestría en finanzas, algo que hoy le permite ser un buen doctor contable.