Desde ayudas fiscales y otras medidas específicas, hasta la reducción de tasas, los gobiernos y los bancos centrales de todo el mundo destinan miles de millones de dólares a una economía global paralizada por la pandemia.
Para algunas personas el teletrabajo no presenta algún reto, para otras puede que presente algo sumamente difícil para adaptarse.
Sería el peor y más lejano de los escenarios y un gigantesco plan de estímulo podría evitarlo, pero el gobierno de Estados Unidos avisa de la posibilidad de una tasa de desempleo de 20% como consecuencia del nuevo coronavirus.
A pesar de los anuncios de las grandes potencias de planes de ayuda masivos para tratar de frenar las consecuencias económicas del coronavirus, las bolsas volvieron a sufrir un derrumbe este miércoles en todo el mundo.
La medida inmediata es decretada por el presidente es colocar un cordón sanitario al municipio de Metapán, con el fin de encontrar los nexos epidemiológicos del paciente para aislarlos y hacerles las pruebas del coronavirus.
El presidente estadounidense aclaró que la decisión fue acordada con el gobierno de Justin Trudeau y que el comercio no se verá afectado por la medida.
Europa superó este miércoles a Asia en número de muertos provocados por el coronavirus y la epidemia sigue avanzando sin tregua por las desiertas calles del continente y del mundo pese a las medidas de confinamiento decretadas, que ya dejaron sin clase a la mitad de los estudiantes del mundo.
La tarde del martes, la Comisión de Trabajo de la Asamblea Legislativa de El Salvador acordó la aprobación de la Ley para el Fomento y Regulación del Teletrabajo.
El teletrabajo "no está mal, lo único es que me paso el día comiendo", se lamenta la empleada de un gran grupo informático en Londres. Pero en otros sectores, trabajar desde casa tiene bastante más complejidad.
El grupo con sede en Seattle espera gastar más de 350 millones de dólares para aumentar los salarios en sus centros de distribución, operaciones de transporte y tiendas en América del Norte y Europa.
El fabricante de automóviles alemán Volkswagen anunció el martes que se prepara para cerrar la mayoría de sus fábricas europeas por un periodo de "dos o tres semanas" debido a la pandemia del nuevo coronavirus.
Con paro parcial, planes de ahorro, vacaciones adelantadas y otras medidas, las empresas están luchando por hacer frente a la epidemia de nuevo coronavirus que afectará de forma duradera su actividad, e incluso amenazará la supervivencia de algunas de ella.